Menores en riesgo. Conceptos II

DERECHOS DEL NIÑO:
Los derechos de la infancia están plenamente estipulados en la Convención sobre los Derechos del Niño. Elaborada durante 10 años con las aportaciones de representantes de diversas sociedades, culturas y religiones, la Convención fue aprobada como tratado internacional de derechos humanos el 20 de noviembre de 1989.
La Convención, a lo largo de sus 54 artículos, reconoce que los niños (seres humanos menores de 18 años) son individuos con derecho de pleno desarrollo físico, mental y social, y con derecho a expresar libremente sus opiniones. Además la Convención es también un modelo para la salud, la supervivencia y el progreso de toda la sociedad humana.

PREVENCIÓN UNIVERSAL:
Prevención dirigida a todos los adolescentes, sin que hayan sido identificados como en situación de riesgo. Se caracterizan por ser proactivos, aplicados independientemente del estado de riesgo de los destinatarios. Gordon (1987).

PREVENCIÓN SELECTIVA:
Prevención que se dirige a menores en mayor riesgo que el promedio.

PREVENCIÓN INDICADA :
Prevención dirigida a menores de alto riesgo, o menores a los que se ha detectado síntomas o evidencias iniciales de un problema, aunque todavía no cumplan los criterios diagnósticos.
DÉFICIT EN AUTOAFIRMACIÓN:
Baja autoestima manifestándose en una autocrítica constante de la persona a sí misma, auto- evaluaciones negativas, culpa, sentimientos de inferioridad, predicciones de fracaso, alta frustración ante errores, inseguridad ante situaciones cotidianas y en las relaciones interpersonales y poca o ninguna autoafirmación ante los demás (problemas de asertividad).
Una persona asertiva posee una actitud de autoafirmación y defensa de sus derechos personales, incluyendo como parte de ellos la expresión de sus propios sentimientos, preferencias, opiniones y necesidades de una manera adecuada, y respetando a su vez los derechos de los demás. La asertividad y la autoestima están muy relacionadas. Imagen de un niño mostrando frustración e inseguridad.
HABILIDADES PARENTALES:
Factor de riesgo para adultos responsables de menores si no se tienen adquiridas.
Son habilidades que les permiten hacer frente a los retos que se les presentan en la relación con sus hijos e hijas. En los talleres destinados a este fin:
a)Ofrecerá a las familias información y conocimientos básicos sobre el ejercicio de la maternidad y paternidad, para proporcionarles una mayor capacitación para ejercer su función.
b)Facilitarán recursos educativos y formativos que promuevan en los hijos e hijas actitudes, valores, habilidades personales y sociales sanas que les permitan afrontar de manera responsable la vida.
c)Promoverá el intercambio de experiencias entre las familias asistentes.
d)Potenciará y ampliará las capacidades, recursos personales y habilidades de las familias en lo referente a la educación de sus hijos e hijas y a las relaciones familiares.

AFRONTAMIENTO:
Cualquier actividad que el individuo puede poner en marcha, tanto de tipo cognitivo como de tipo conductual, con el fin de enfrentarse a una determinada situación. Por lo tanto, los recursos de afrontamiento del individuo están formados por todos aquellos pensamientos, reinterpretaciones, conductas, etc., que el individuo puede desarrollar para tratar de conseguir los mejores resultados posibles en una determinada situación.
Ante una situación estresante, o cuando el individuo reacciona con una determinada emoción, es posible adoptar distintos tipos de afrontamiento. Por ejemplo, una clasificación muy simple de tipos de afrontamiento sería: afrontamiento activo, afrontamiento pasivo, y evitación. Otra clasificación básica podría ser: afrontamiento cognitivo y afrontamiento conductual. Finalmente, otra clasificación importante que se suele cruzar con la anterior es: afrontamiento dirigido a cambiar la situación y afrontamiento dirigido a reducir la emoción.

TRASTORNOS COMÓRBIDOS: Cuando dos trastornos o enfermedades que se producen en la misma persona, simultáneamente o secuencialmente, que se describen como comorbilidad. La comorbilidad implica también las interacciones entre las enfermedades que afectan el curso y el pronóstico de ambos. Se refiere a la presencia de más de un diagnóstico que ocurre en un individuo, al mismo tiempo. Sin embargo, en la clasificación psiquiátrica, la comorbilidad no implica necesariamente la presencia de múltiples enfermedades, sino que puede reflejar la incapacidad actual para proporcionar un único diagnóstico que da cuenta de todos los síntomas.

MEDIACIÓN:
La mediación es una forma de resolver conflictos entre dos o más personas, con la ayuda de una tercera persona imparcial, el mediador. Los mediadores pueden ser alumnos, profesores, padres. No son jueces ni árbitros, no imponen soluciones ni opinan sobre quién tiene la verdad, lo que buscan es satisfacer las necesidades de las partes en disputa, regulando el proceso de comunicación y conduciéndolo por medio de unos sencillos pasos en los que, si las partes colaboran, es posible llegar a una solución en la que todos ganen o, al menos, queden satisfechos. La mediación es VOLUNTARIA, es CONFIDENCIAL, y está basada en el DIÁLOGO.

FACTORES DE PROTECCIÓN:
Son todas aquellas variables que disminuyen la probabilidad de involucrarse en conductas de riesgo, ya que fomentan la resiliencia y el autocuidado.

 

¡Hasta la próxima!

Menores en riesgo. Definición y conceptos

Son muchos los conceptos relacionados con «jóvenes y menores en riesgo» y, al ser una situación real y cotidiana, creemos que conocer los más destacados es fundamental para padres, madres, maestras/ os, profesorado, etc. Son los siguientes:

1) MENOR EN RIESGO.
Este concepto es muy importante para la prevención en el ámbito infantil y adolescente. Existe un “menor en riesgo” cuando en su infancia se cronifican problemas, si durante la adolescencia se producen en su vida cambios bruscos y negativos para su salud emocional, etc.

2) INTERVENCIÓN TEMPRANA.
Educación o guía de los primeros años de la vida de los niños (de 0 a 6) que les permita tener las oportunidades precisas y suficientes para alcanzar un desarrollo evolutivo óptimo.

3) INTERVENCIÓN PREVENTIVA.
Su propósito es actuar sobre menores con el objetivo de hacer más fácil la vida de los niños, adolescentes y adultos que le rodean.

4) CONDUCTAS ADICTIVAS.
Las conductas adictivas se caracterizan por la capacidad que tienen para producir gratificación inmediata o alivio de algún malestar. Por esto, es fácil que terminen por generar dependencia, es decir, un patrón de comportamiento desadaptativo, que conducen a un deterioro global de la persona.

5) CONDUCTAS DELICTIVAS.
Aquella conducta antisocial que interfiere con los derechos de otras personas o amenaza el bienestar del propio individuo o de la comunidad (Departament of Health, Education and Welfare, 1972, citado por Dussich, 1989); denota violación de las normas formales, de la ley (Dussich, 1989; Kauffman,1993). En consecuencia, entendemos que no toda conducta delictiva ha de ser criminal sino que puede ser simplemente una conducta socialmente inadecuada.

6) TRASTORNO DISOCIAL (TD).
Forma persistente y reiterada de comportamiento disocial, agresivo o retador. En sus grados más extremos puede llegar a violaciones de las normas, mayores de las que serían aceptables para el carácter y la edad del individuo afectado y las características de la sociedad en la que vive. Se trata por tanto de desviaciones más graves que la simple «maldad» infantil o rebeldía adolescente.

7) TRASTORNO NEGATIVISTA DESAFIANTE (TND).
Patrón de conducta que se manifiesta en un recurrente rechazo a la autoridad, que dura al menos 6 meses. Suele darse antes de los 9 ó 10 años y viene definido por la presencia de un comportamiento marcadamente desafiante, desobediente
y provocador y la ausencia de otros actos que violen la ley y los derechos de los demás. Es habitual que en el desarrollo de los niños aparezcan en algunas etapas comportamientos negativistas, desobediencias, pataletas… Por ello es necesario delimitar cuándo estos síntomas constituyen un trastorno. Para esta clarificación hay que tener en cuenta si la frecuencia, repetición e intensidad afectan a la vida familiar, escolar y social. El trastorno se concreta en un comportamiento hostil, negativo, desobediente y desafiante dirigido a las figuras de autoridad conocidas, en especial dentro de la familia y de la escuela, pudiendo no evidenciarse ante desconocidos.

8) CONDUCTA DE RIESGO.
Actividades que incrementan la probabilidad de consecuencias negativas para la personalidad, el desarrollo adaptado o la salud biopsicosocial (Kazdin, 1993).

9) FACTORES DE PROTECCIÓN.
Factores que actúan para promover un desarrollo adaptado y para diluir o frenar consecuencias negativas de los factores de riesgo, previniendo la posibilidad de que los factores de riesgo lleguen a cristalizarse en consecuencias negativas.

10) COMORBILIDAD.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) define la comorbilidad o diagnóstico dual como la coexistencia en el mismo individuo de un trastorno inducido por el consumo de una sustancia psicoactiva y de un trastorno psiquiátrico (OMS, 1995). De conformidad con la Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito (ONUDD), una persona con diagnóstico dual es una persona a la que se le ha diagnosticado un problema por el consumo abusivo de alcohol o drogas además de otro tipo de diagnóstico, normalmente de carácter psiquiátrico, por ejemplo, trastornos anímicos o esquizofrenia (PINUCD, 2000). En otras palabras, la comorbilidad en este contexto se refiere a la coexistencia temporal de dos o más trastornos psiquiátricos o de personalidad, uno de los cuales se deriva del consumo problemático de sustancias.

En la siguiente actualización, incluiremos más conceptos relacionados con «menores en riesgo» y su intervención.

¡Hasta la próxima entrada!